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ACTUALIDAD
Deplorable, a la vez que muy preocupante, es el deterioro general y progresivo que se viene produciendo en la sanidad pública andaluza. Agendas médicas saturadas, demoras alarmantes para acceder a citas en Atención Primaria y especialidades, centros de salud cerrados por la tarde o poblaciones sin consultorios abiertos…
Deterioro no frenado, pese a incrementar en los últimos años más de un 40% el dinero destinado a utilizar servicios del sector privado mediante convenios y conciertos, en lugar de reforzar la sanidad pública.
Un problema que se viene agravando y que también estamos sufriendo en poblaciones de Níjar como San José, El Pozo o La Isleta y demás poblaciones de Cabo de Gata, con centros de salud inadecuados, escasez de profesionales sanitarios, cierres de consultas de la atención y citas desesperantes en atención primaria, listas de espera alarmantes en especialidades, etc.
Preocupados por la deriva que está tomando un problema tan importante como es la salud y que nos afecta a todos, y cuyas insuficiencias contravienen el derecho constitucional a la protección de la salud que los poderes públicos deben garantizar a los ciudadanos, con una atención digna y servicios de calidad, desde la Asociación estamos comprometidos y también ocupados en buscar soluciones para revertir la situación, siempre en la medida de nuestras posibilidades y del apoyo que seamos capaces de concitar entre todos los vecinos.
En ese sentido, estamos realizando diferentes gestiones de las que venimos informando puntualmente, como ha sido la reunión de varias asociaciones vecinales con el responsable del SAS de nuestra zona a iniciativa suya y con el objetivo de mejorar la asistencia sanitaria.
Igualmente, eguimos haciendo un llamamiento a todos aquellos vecinos y vecinas que solicitaron el traslado de centro de salud para seguir al Dr. Pedrosa, informando de las dificultades que se plantean a posibles soluciones por estos traslados así como los problemas en la atención domiciliaria de los trasladados (se explica en nota aparte)
Recientemente, en el chat de la Asociación se decía que ante problemas serios que nos afectan a todos, como es en este caso la salud, la movilización ciudadana en apoyo de cuestiones que nos afectan y mucho, era ciertamente desalentador. Se ponía el ejemplo de movilizaciones en contra de la barbaridad de construir un hotel en Genoveses o de apoyo a la sanidad pública, con escasísima presencia.
Por eso, convendría poner las luces largas y prestar la debida atención para saber realmente lo que nos estamos jugando, analizar la realidad con juicio crítico para que no tengamos que lamentar el que, a base de hechos consumados, se conformen realidades irreversibles que nos perjudican enormemente.
Creemos que es necesario llamar la atención sobre la importancia de pararse a pensar y reflexionar sobre hechos que condicionan y afectan a nuestra vida cotidiana y personal, decisiones y orientaciones que se llevan a cabo en ámbitos como la salud, la educación o el medio ambiente. Analizar finalidades y consecuencias de esas políticas que se implementan en el ámbito educativo, ambiental o de la sanidad, viendo a quien beneficia y a quién perjudica, al objeto de tomar conciencia de la situación y estar alerta en la defensa de bienes que son primordiales como es la salud, la educación o cuidar el planeta en el que vivimos.
En el mundo disruptivo que nos invade y de pelea por ganar los relatos, aunque sea con “verdades alternativas” o noticias falsas, vemos que se dan muchas paradojas.
Por ejemplo, es tremendo escuchar al nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, que sus ansias expansionistas con Groenlandia (comprando o invadiendo) no es por las riquezas estratégicas de los minerales raros en el subsuelo, sino por “seguridad nacional” y por “la libertad del mundo” (seguridad y libertad de unos milmillonarios para seguir aumentando sus fortunas en 2 millones de dólares al día). Tremendo que la visión de negocio les lleve a decir que tienen la intención de expulsar a los gazatíes de su tierra para montar un resort o dejar a Ucrania a los pies de los caballos y congraciarse y defender al invasor Putin para establecer relaciones comerciales y evitar gastos en defensa y ayuda humanitaria. Todo es negocio.
Como paradójico resulta cuando escuchamos discursos triunfalistas del presidente de la Junta de Andalucía, diciendo que: “Nunca ha estado mejor la sanidad andaluza en ratio por habitante”.
Algo que se contradice con los datos de informes recientes y la realidad de un sistema de salud al que estamos comprobando como se le saltan las costuras.
Madrid y Andalucía son las comunidades con más problemas para atender a sus pacientes en los centros de salud.
Según la memoria de 2024 del Defensor del Paciente, en el caso de la sanidad pública andaluza el número de pacientes en lista de espera quirúrgica es el más elevado del país: 169 días y 203.979 pacientes (y aumentando, pese a maniobras para maquillar los tiempos de espera con los nuevos modelos de citación). En los dos últimos años, el número de pacientes pendientes de cirugía aumentó en 54.000.
Igualmente, Andalucía ocupa el último lugar en inversión sanitaria por habitante, seguida de la Comunidad de Madrid y la comunidad Valenciana. Es la comunidad con menos médicos por habitante, habiendo perdido en 2024 casi 500, y con menos profesionales de enfermería de atención especializada por cada 1.000 habitantes.
Nada nuevo, no es de ahora ni es exclusivo. El proceso de deterioro de la sanidad pública es algo que ya se viene dando desde hace años, con experiencias y experimentos como en la Comunidad de Madrid, que ha ido acompañado de transferencias de recursos y servicios públicos al sector privado en una estrategia gradual hacia la privatización. Privatizaciones ensalzadas por el mercado, sin tener en cuenta:
Razones financieras. Incremento del gasto ante el aumento de expectativas ciudadanas de un Estado de bienestar que cada vez es más caro al tener que atender crecientes demandas sociales y necesidades de salud.
Razones políticas. Resistencia de unos para atender ese mayor gasto, por las crecientes demandas y necesidades sociales, lo que puede conllevar aumentar ingresos para ello y su reticencias por la repercusión en el mercado electoral, al competir por el voto con quienes proclaman la rebaja o eliminación de impuestos.
Por todo ello, la Asociación vecinal de San José y El Pozo queremos decir que, cuando la salud está en juego, el compromiso en defensa de la sanidad pública debería ser de todos. El nuestro es claro, y defendemos:
Mientras tanto, al aquí y ahora.Trabajando, en la medida de nuestras posibilidades, para que se mejore la atención sanitaria en nuestras poblaciones con la complicidad y el apoyo de los vecinos.