Asociación vecinal de San José y El Pozo

Pueblos habitables, con un urbanismo pensado por y para las personas. Un espacio para vivir, que tenga en cuenta las necesidades y la calidad de vida de todos los vecinos.

Pueblos que protejan su cultura y preserven su riqueza natural (como El Parque Natural Cabo de Gata y sus entornos)

Pueblos con infraestructuras y servicios adecuados, que garanticen una vida mejor (transporte, agua, saneamientos, red eléctrica y de comunicación, parques, jardines, limpieza, mobiliario urbano...)

Pueblos en los que se atienda adecuadamente el derecho a la salud de las personas, el medio ambiente, la educación, la convivencia vecinal, los jóvenes, los mayores...

• Con una asistencia sanitaria digna y suficiente.
• Un pueblo verde que cuida las plantas y los árboles, y donde no se hagan podas insensatas y talas indiscriminadas.
• Un pueblo limpio, con contenedores adecuados a cada tipo de residuos, con papeleras más idóneas y suficientes, limpiezas generales más eficientes e intensivas en puntos específicos afectados por el turismo, y baldeos periódicos.

Un pueblo que haga ciudadanía, que informe de las normas obligadas de convivencia y que sanciona sus incumplimientos.

• Con seguridad vial que controle los excesos de velocidad y la invasión del espacio peatonal.
• Con normas en las que se respete el derecho al descanso de las personas.
• Un pueblo que recupere el “sentido de comunidad”; en defensa de lo que es de todos y respeto a las normas de convivencia.

Pueblos con un desarrollo sostenible, tanto en lo económico como en lo social y lo ambiental. Centrados en asegurar actividades económicas viables a largo plazo protegiendo los principales recursos como son nuestro entorno natural paisajístico y mejorando la calidad de vida de las personas.

• Un pueblo que no base su economía en "el todo es urbanizable", con un tipo de construcción especulativa para atraer un turismo masivo, sin las infraestructuras y recursos adecuados (aparcamiento, servicios y suministros, etc) Ese turismo masivo que degrada recursos medioambientales y que, frente a la idea equivocada, no asegura actividades económicas viables a largo plazo al degradar los principales recursos del entorno natural y paisajístico y que empeora la calidad de vida de las personas.